Las lenguas no son una riqueza, son una maldición

Los nacionalistas han ganado todas sus batallas desde la restauración de la democracia adueñándose de las palabras, definiendo las cosas.

No se me ofendan en días tan señalados. Históricos, dicen desde el Congreso. Disfruten. No les quiero amargar la coz a la maldita lengua común, sólo reflexionar en voz alta sin atenerme a ritos ni ri…

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